Según registros históricos, por el año 1575, inicia en Turrialba un centro de evangelización. Éste se mantuvo por alrededor de 200 años y se concluyó debido a que la población se redujo al mínimo. Luego, Turrialba pasó a pertenecer a Ujarrás junto con Orosi.
En 1843 se decretó la fundación de una población en Turrialba bajo el amparo de nuestra Señora de Guadalupe, esta misma fue trasladada de lugar varias veces.
Ya para el sínodo diocesano de 1881, se menciona la parroquia de Turrialba y Naranjo como parroquias separadas de Paraíso, con cabecera en Juan Viñas.
La llega del ferrocarril a Turrialba (inaugurado en 1890) marca un cambio hacia el progreso y la gente vuelve a la campiña, en derredor de la línea férrea. Ya para el año de 1895 se había edificado una iglesia en Guayabal de Turrialba.
El Señor Daniel Núñez concibe la idea de fundar un pueblo en sus terrenos, con capilla propia, que se llamaría San Buenaventura. Aunque existía ya la capilla de nuestra Señora de Guadalupe en lo que hoy se conoce como Colorado, el Señor Núñez dona un montículo para la erección de la ermita en el centro del futuro poblado.
Para tal efecto invita al Obispo de San José, monseñor Augusto Thiel, quien llega a Turrialba en mayo de 1896. Esta visita fue fructífera. La ermita se edificó en unas semanas. El Obispo decidió separar la parroquia de Turrialba de la de Juan Viñas, con excepción de Santa Cruz y la adjudicó a la Parroquia de Limón el 13 de mayo de 1896, encomendando su cuidado espiritual a los misioneros vicentinos.
De 1896 a 1906 Turrialba se convirtió en un distrito misionero atendido por los sacerdotes vicentinos alemanes desde Limón. En 1897, Turrialba quedó bajo el cargo del padre Nicolás Stappers, con los coadjutores Santiago Bellut y Francisco Acosta (éste último primer sacerdote vicentino costarricense)
Mensualmente venía un padre misionero a Turrialba y recorría los distritos en los que se quedaba por al menos un día. Preparaba a los niños para la recepción de la Eucaristía, a los mayores les explicaba la doctrina, visitaba enfermos, celebraba diariamente la santa misa y administraba los sacramentos.
Para poder atender las demandas espirituales, se siente la necesidad de construir capillas. Entre 1900 y 1902, se bendicen la de Pavones y la de Tuis. Ya en 1903, año de la fundación del cantón de Turrialba, se bendice la capilla de Guayabal, Turrialba teniendo como patrón a San Buenaventura.
El 6 de junio de 1906 se declara a Turrialba como parroquia misional, comprendiendo todo el cantón de Turrialba, con excepción del distrito de Santa Cruz. El Padre Santiago Bellut, primer párroco, prefirió residir en Turrialba con sus feligreses y no en Limón, como sucedía desde la fundación del distrito misionero en 1896.
A partir de 1910, la parroquia de Turrialba pertenecía la Diócesis de San José y a una de las dos vicarías foráneas de la provincia de Cartago. A su vez, Turrialba se transforma en centro de trabajo misionero en pro de los indígenas, atendiendo a las comunidades indígenas de Chirripó.
Por el crecimiento de la población, en 1910 se nombra la junta para la construcción de una nueva Iglesia. Con una capacidad para 700 personas, en ese mismo año inician las obras de construcción, mismas que se concluyeron hasta el año de 1919.
Ya para la década de los 20, pertenecían a la Parroquia las ermitas de Atirro, Pavones, Tuis, Aquiares, Colorado, Florencia, La Suiza, Platanillo, Peralta y otros lugares pertenecientes al distrito de Santa Teresita.
En 1921, al constituirse tres diócesis en el país, Turrialba pasa a ser parte del Vicariato Apostólico de Limón.
En 1951, las Hermanas de Sión, llegan a enriquecer el trabajo pastoral de la parroquia, atendiendo a los jóvenes en los “Oratorios Festivos”, a los niños en la Escuela de Sión y a todos en la catequesis. Empiezan a surgir en las comunidades grupos pastorales.
Luego va surgiendo la creación de parroquias como La Suiza (1941), Pavones (1971); Santa Teresita (1973), Santa Rosa (1982) y Tayutic (2002).
En 1967, y debido al crecimiento de la población de Turrialba, se comienza la construcción de un nuevo templo (templo actual). Finalmente, el 29 de junio de 1996, Monseñor José Francisco Ulloa Rojas, obispo de Limón, consagra el templo.
Con la llegada del nuevo milenio, los padres vicentinos, se van de la zona para atender trabajos misioneros en Talamanca y el Valle de la Estrella. Es así como el 16 de enero del 2000, los padres vicentinos salieron de Turrialba los sacerdotes Ángel Plaza, Fulvio Ureña y Javier Pérez, últimos vicentinos en la parroquia.
A partir de ese año, los sacerdotes diocesanos empiezan su labor en la parroquia y en mayo del 2005, la parroquia pasa a formar parte de la nueva Diócesis de Cartago.